Mi sábado conmigo huele a café fresco, se siente como ese contacto con la cama que es tu cama, se ve como las cortinas diseñadas a mi gusto y al de nadie más.  Mi sábado conmigo me recuerda que soy tan linda, que he adornado mi habitación con fotos de quienes amo, y que lo hice con tanto amor.  Mi sábado conmigo tiene luz cálida, tenue, como de arbolito de navidad.  ¿Por qué los humanos somos tan raros, por qué dejamos para nunca los detalles más placenteros, por qué se nos puede pasar la vida sin notar nuestra propia compañía cuando ésta es la única que podemos abrazar con total certeza de que nunca nos dejará? Foto: Carolina Ureña  Hoy hago tan mía esta vida, y me enamoro cada vez más de los mundos en los que he vivido con la ayuda de mi imaginación.  Me digo sí, claro que sí estaré contigo en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad.  Asombrada abro los brazos y me abrazo, dándome cuenta de que tengo en el espejo al ángel más fiel que Dios me dio.