Vaya con Dios y no “joda”

 A veces me gustaría explicarte que todos por dentro somos como un castillo.

 Me gustaría aclararte que lo que ves por las ventanas muy a menudo es distinto al interior.

 Me gustaría revelarte que cada quien va haciendo lo mejor que puede con su construcción, que yo no soy la excepción, y sé que vos tampoco.

 Me gustaría que comprendieras que mis mayores esfuerzos a veces ni se asoman, nadie los nota, pero eso no los hace menos importantes, son semillas que a su tiempo darán el fruto debido.

 Me gustaría que tus ojos pudieran ver el trabajo interno que me ha tomado mantener la banderita ondeando al viento.

 Es más, me encantaría que supieras la de veces que la recogí del piso y la remendé, porque así es la vida.

 Pero acepto con paz que hay cuestiones en las que no me entenderás y si tenés recomendaciones de corazón las tomaré, pero al final será mi decisión si las incluyo en el diseño o no.

 Resumiendo y traduciendo, aunque a menudo me encantaría mandar al mundo para el carajo, no lo hago porque lo único que le debo y exijo al mismo es respeto.

 Aquí lo urgente es distinguir en nuestras diferencias al plan divino que lo enriquece y convierte en el lugar fascinante que Dios nos dio para vivir.

 Así que vaya en paz, pero sin “joder” mucho o cambio de opinión.

Con amor,

Carolina.

Foto: Mauricio Mora