Si sos una de esas personas a las que cada vez que puedo les recuerdo cuanto los quiero, esta carta es para vos.
Mi inquieta vida muchas veces nos ha separado en tiempo y espacio, pero has sabido estar cuando más te he necesitado, y con eso me enseñaste cuánto dista el amor de la codependencia.
A ustedes, que en realidad no son muchos porque la vida solita los fue ¨filtrando¨, con toda admiración y respeto,
A vos, mi San Valentín,
Primero que nada mi abrazo eterno, esta fecha es sólo una excusa para recordártelo.
Quiero decirte que me diste el mejor regalo del mundo: no intentar impresionarme, guardaste gavetas, abriste las puertas del corazón y aceptaste el riesgo de ser auténtico. Cuanta nobleza hay en eso. Lo noté desde que te conocí.
Mil gracias por darme alas para volar con vos, porque el ser fiel a tus instintos te dotó de una tolerancia que libera a quienes te rodean.
Me enseñaste que todos sin excepción recibimos cualidades y debilidades en una combinación única, creada por Dios para darle balance al mundo, por lo que la de cada quien no sólo es buena, si no necesaria.
Con tu ejemplo pude ver que las amarras que intimidan mi personalidad y le quitan seguridad, son como pelusas que en el roce de la vida se van pegando, pero como vos debo constantemente quitármelas de encima, para permanecer espontánea y feliz.
Me dejaste saber cuando te mandé mensajes confusos, y me invitaste a no dejarme ensombrecer, y con respeto expresar mis emociones, lo cuál fortaleció el lazo entre ambos.
Me enseñaste que soy digna de mucho amor, no por perfecta, todo lo contrario, porque me aceptas imperfecta.
Es una maravilla disfrutar la vida con vos, y que me compartas de tu brillo especial, el cual nadie te puede robar, porque entre más lo compartes, más crece.
Gracias por no sentirte amenazado en mis momentos de seguridad y fortaleza, ni asustado cuando cometí errores.
Han pasado años, hemos quemado etapas, y con ninguna se fue el cariño, más bien ha crecido.
A vos mi agradecimiento profundo, has sido mi fortaleza y alegría en tantos momentos.
¿Te lo he dicho verdad? ¡Que cuando me necesites, aquí estaré!
Con Amor,
Carolina.
Comentarios
Publicar un comentario