¿Realmente quiere saber la verdad?, es uno de
los emblemas de la impresionante Byron Katie.
Después de una década de depresión, al punto de
estar en cama por semanas, una mañana Katie despertó en el suelo, y decidió cuestionar
sus propios pensamientos.
Desde entonces recorre el mundo predicando
convincentemente que de ahí nació un proceso con el cuál el sufrimiento
desapareció de su vida.
Lo leí brevemente y no lo creí.
Sin embargo, después de hurgar en su filosofía,
puedo suponer que la autora no tiene una vida libre de sufrimiento, pero sí una
libre de la resistencia a la realidad, las cuáles considero casi la misma cosa.
La ahora famosa escritora, resume su enseñanza
por medio de un método sumamente sencillo, llamado ¨el trabajo¨.
Dicha práctica no entra en misticismos ni
cuestiona ninguna religión.
A pesar de la simplicidad, sus millones de
lectores y seguidores parecen estar de acuerdo con el admirado Dr. Wayne Dyer,
cuando dijo: ¨Personalmente me ha ayudado muchísimo. Amo a esta mujer tan
sabia.¨
Sin más, quiero regalarles esta semilla de paz, que
catalogo de simple, más no fácil.
Requiere de mucha valentía y humildad, porque
nuestro ego nos ha hecho creer que si cuestionamos nuestros pensamientos
estamos locos… pues piénselo de nuevo, ¿no será lo contrario?
Tome el pensamiento que más lo esté haciendo
sufrir en este momento y aplíquele lo siguiente:
1. ¿Es verdad? (Sí o no. Haga un esfuerzo por decidirse
por una de las dos sin ambigüedades).
2. ¿Puede saber que es verdad con absoluta
certeza? (Sí o no.)
3. ¿Cómo reacciona, qué sucede, cuando cree ese
pensamiento?
a) ¿ Ese pensamiento
trae paz o estrés a su vida?
b) ¿Qué
imágenes pasadas o futuras ve y qué sensaciones físicas experimenta mientras
piensa ese pensamiento y contempla esas imágenes?
c) ¿Qué adicciones u obsesiones comienzan a
aparecer cuando cree ese pensamiento? (¿Busca activamente alguna de las
siguientes: alcohol, drogas, tarjetas de crédito, comida, televisión, el
ordenador?)
d) ¿Cómo trata a la personas y a usted mismo
cuando cree ese pensamiento?
4. ¿Quién sería sin el pensamiento? ¿Quién o qué
es usted sin ese pensamiento?
Así de simple y considero que es mágico lo que sucede
cuando llanamente nos tomamos el tiempo de notar la diferencia entre la
realidad y la ¨película basada en la realidad¨ que nuestra mente produce.
La próxima semana hondaré en el tema, realizando
un ejercicio escrito tal y cómo la misma autora lo recomienda.
Con cariño enorme,
Carolina.
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