Curvas nada peligrosas

Foto: Mauricio Mora.     

 ¨Muchas veces duermes bien y amaneces cansado, otras duermes mal y despiertas alegre, no hay geometría en el ser humano, ni en su morfología ni en su psicología. La vida jamás, en ninguna de sus formas tiene líneas rectas.¨ Ignacio Larrañaga, El Sentido de la Vida, pág.156.

 Si conservamos una visión amplia de la vida, encontraremos la enorme sabiduría contenida en las anteriores palabras del padre Larrañaga. Las líneas rectas en la humanidad no existen, son sólo fantasmas que alimentan obsesiones:

 Si soy bonita se enamorarán de mí.
 Si tengo dinero seré feliz.
 Si tengo un título seré educado.
 Si soy exitoso me admirarán.
 Si tengo canas estaré viejo.
 Los solteros piensan que casados serán felices.
 Los casados piensan que el matrimonio es la razón de su infelicidad.

 Todas las anteriores y muchas similares son verdades a medias que nos desconectan de la propia verdad, tan única como nuestra huella digital.

 Y es que más mentira que una mentira, es una verdad a medias, porque la verdad a medias manipula la realidad.

 Cierto es que el sistema educativo convencional, la sociedad y la masa arrastran a las mentes con gran fuerza hacia ese modo de pensar en ¨línea recta¨.

 Por eso es todo un reto el ser una mente des-mecanizada, en donde los pensamientos fluyen libre, pausada y graciosamente hacia su más veraz destino, y desaparecen cuando ya no son útiles, abriéndole paso al espíritu.

 Lo más normal son los pensamientos que más parecen caballos desbocados, que avanzan estrepitosamente, guiados por el miedo, en una sola dirección. Y eso lo sé porque lucho a menudo contra este tipo de pensamientos.

  ¨La iluminación no es sólo el fin del sufrimiento y del conflicto continuo interior y exterior, sino también el fin de la temible esclavitud del pensamiento incesante.¨ Eckhart Tolle.

  Así que si sufre pensando que por feo no lo quisieron, nada más recuerde que a Diana de Gales la cambiaron por Camila Parker, quien, dicho sea de paso, nació 14 primaveras antes que Diana.

 O si se obsesiona con ser rico y famoso para al fin ser feliz, recuerde como terminaron Whitney Houston y Robin Williams, cuyas luchas internas jamás me atrevería a juzgar, pero palpablemente son ejemplos para mi punto.

 Recuerde que la perfección es una utopía. El amor, la fe y la armonía son las más auténticas banderas de la felicidad.

 Y no planee hacerlo mañana, porque se volverá una complicación. Es en la amplitud del momento presente en donde tendrá el poder, porque sólo ahí puede decidir cambiar y de hecho hacerlo, el momento es hoy y ya.

 Despierte y no espere a que sus líneas se enderecen para ser feliz, haga las pases, aun más, enamórese de las curvas inesperadas, porque ellas son la naturaleza de la vida.

 Con amor,
 Carolina.