Padres gigantes

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                                              Dibujo: Johan Brenes Este cumpleaños lo he querido celebrar con todo, y como no celebrar a este par de gigantes en mi vida.    Siempre han regado mi corazón con sencillez y constancia, lo extraordinario lo han hecho al hacer día a día lo ordinario, con inmenso amor, tantas veces en total silencio.  Un día de éstos un amable amigo de mi pueblo, Santa María de Dota, me pidió una foto de ellos porque los quería dibujar, éste es el resultado, me dijo que ellos siempre han sido muy amables con él.  Ellos son así y no tengo cómo agradecer a Dios el regalo de sus vidas. . . . . #padres #heroes #amordehija #losmejores #familia #family #fulllife #vidaplena #evolucion #fe #conscienciaplena #armonia #amor #plenitud #fiestadelavida #diosesbueno #alegriadevivir #gratitud #fulllife #peace #conciousness

El Keylor de su propia liga

Imagen tomada del perfil público de Keylor Navas.

 Las reacciones hacia el fenómeno Keylor Navas en Costa Rica, son variadísimas y de fondo hablan de cómo enfrentamos el mundo, por lo que contienen enseñanzas, veamos:

 No faltaron los incrédulos al inicio, que no se la creían ni viendo al moreno ya de titular en el Real Madrid, y apostaban las narices a que en cuestión de días Navas pasaría a calentarle la banca a David de Gea. Pues vea usted, sin querer Keylitor los desnarizó a todos.

 Cuando era innegable ya, la envidia se hizo más difícil de ocultar, y habiendo 1500 cosas positivas que comentar del muchacho, hubieron quienes se las ingeniaron para encontrar algo negativo de que hablar.

 Que la niña no es hija de él y que por qué entonces le da el mismo lugar que al hijo, y otras que ni mencionaré.

 Yo me pregunto cuál será la preocupación. En todo caso Andrea Salas, la esposa de Keylor y madre de la niña, no le reclamará pensión para su hija a ninguno.

 Otra reacción relevante es la de evitar el tema, a pesar de las dificultades evidentes de querer ignorar a un tico haciendo historia en el fútbol español. ¡Curioso verdad!

 Pero vivimos en un país de apasionados por el fútbol y los casos anteriores son los menos, me topo mucho con una reacción más alegre, no por eso menos preocupante: Las hazañas del portero se sumaron a la lista de temas con los que algunos intentan evadir su propia realidad.

 He escuchado a aficionados hablar de los éxitos de Navas con una pasión que ni en sueños demuestran por ningún aspecto de su vida.

 Como si por medio del portero se liberaran de la necesidad que el fondo todos tenemos de recorrer una milla extra, de darlo todo, de arriesgar, de vibrar en el intento.

 No me sorprende entonces la urgencia actual de más voluntad y pasión en el desempeño de las labores que forjan el día a día de la sociedad.

 Pero como en todo hay un lado positivo y he visto también una tendencia hermosa a vibrar con Navas en cada atajada, reinvirtiendo toda la energía de su gloria en dejarse inspirar.

 Esas son las personas que libres de envidia y conformismo, logran ver más allá de lo superficial y tienen claro que los logros de este tico son producto de una fe y constancia monumentales.

 Con agrado he visto a alguien en mi familia ser parte de esa tendencia, y en particular es él quien me inspira y resuena en muchas de mis palabras hoy.

 Como Keylor este joven persiguió con hambre y sudor sueños de fútbol, pero a él no se le concretaron.

 A pesar de dicha experiencia, no perdió el apetito por sus quimeras, todo lo contrario. Caminó su milla extra, se reinventó y hoy los frutos de ello son sólidos y evidentes.

 Claramente el futuro de todos no está en la Liga de Campeones de España, pero podemos ser los campeones de nuestra propia liga.

 Lo importante es celebrar la vida a cada instante, luchando por convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.

 Si así vivimos, ¿cómo no celebrar los logros de quienes intuimos que vibran en nuestra misma frecuencia?, ¿cómo entonces no escalofriarnos al ver a Navas recibir el fruto de su empuje?

 Tenga por seguro que no ha sido fácil para el portero estar en donde está, quizá la magnitud de sus esfuerzos sea mayor a la que nos podemos imaginar.

 ¿Por qué no? Dejémonos inspirar por Keylor, soltemos los miedos y luchemos por ser los campeones de nuestra propia liga.

Con amor,
Carolina.

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