Padres gigantes

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                                              Dibujo: Johan Brenes Este cumpleaños lo he querido celebrar con todo, y como no celebrar a este par de gigantes en mi vida.    Siempre han regado mi corazón con sencillez y constancia, lo extraordinario lo han hecho al hacer día a día lo ordinario, con inmenso amor, tantas veces en total silencio.  Un día de éstos un amable amigo de mi pueblo, Santa María de Dota, me pidió una foto de ellos porque los quería dibujar, éste es el resultado, me dijo que ellos siempre han sido muy amables con él.  Ellos son así y no tengo cómo agradecer a Dios el regalo de sus vidas. . . . . #padres #heroes #amordehija #losmejores #familia #family #fulllife #vidaplena #evolucion #fe #conscienciaplena #armonia #amor #plenitud #fiestadelavida #diosesbueno #alegriadevivir #gratitud #fulllife #peace #conciousness

La tarea que nos cuesta a los ticos: la asertividad

Un camino hacia relaciones más plenas

Al convivir con personas de distintas culturas, aprendí a valorar muchos rasgos del la idiosincrasia tica como la amabilidad, solidaridad, el calor humano, ese humor con malicia indígena que me encanta… 

 Un solo aspecto he de admitir que nunca extrañé: la falta de asertividad del costarricense.

 Entiéndase asertividad como el conocimiento y defensa de los propios derechos dentro de un profundo respeto a los demás.

 Por alguna razón en Costa Rica tendemos a resistir y reprimir de entrada los desacuerdos, las opiniones contrarias, el deseo de decir no.

 De manera que terminamos acumulando la energía de esas disconformidades, al punto de canalizarlas en las maneras menos convenientes como agresiones, bullying, malos modos y uno de los más famosos costarriqueñismos: la serruchada de piso.

 ¨En la cultura tica estamos acostumbrados a adornar las palabras para que no suenen grotescas o para no causar rechazo, dejando de lado la asertividad y convirtiéndonos en personas sumisas e inseguras.¨ Cindy Patiño, Licenciada en Psicología Clínica.

 Soy una enamorada de mi país y de su gente, pero eso no me exime de notar un rasgo tan marcado como el que comento.

 Además creo en la bondad del tico y me atrevo a decir que nuestra falta de asertividad nada tiene que ver con maldad si no con una hipersensibilidad casi infantil y lo ejemplificaré:

 Imagínese el típico cuadro de dos amigos ticos que se encuentran y uno le dice al otro: llegate a la casa un día de estos por un café. Y que el otro le conteste: vieras que ando ocupadísimo, no creo que pueda.

 No sé usted, pero yo me puedo imaginar al primero casi haciendo cucharitas.

 Lo normal entre compatriotas de esta república centroamericana es responder a eso: ¡Claro, un día de estos llego! Así sepa en el fondo que nunca sucederá.

 Nos cuesta mucho el procesar una actitud firme y sincera en el otro.

 El asunto es que si somos tan sensibles para recibir los mensajes, a la hora de expresarnos lo hacemos contando con la misma sensibilidad en el otro, por lo que terminamos callando o diciendo sí a todo.

 He aquí como damos pie a un círculo de pasivo agresividad, muy normal en la ausencia de una sana asertividad.

 Vale la pena que nos unamos a un cambio en esta situación, que sin duda pasa factura en las familias, relaciones de amor y amistad, lugares de estudio y trabajo.

 Pueda que choquemos con resistencia al inicio, pero créame que cuando somos auténticos las personas alrededor lo van percibiendo y terminan agradeciendo la honestidad.

  ¨Ser auténticos en el mundo implica permanecer fiel a la esencia que nos define. No desviarnos un ápice de quienes somos.¨  Walter Riso.

Con cariño,
Carolina.

                                                                                           Foto: Carolina Ureña.

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