Padres gigantes

Imagen
                                              Dibujo: Johan Brenes Este cumpleaños lo he querido celebrar con todo, y como no celebrar a este par de gigantes en mi vida.    Siempre han regado mi corazón con sencillez y constancia, lo extraordinario lo han hecho al hacer día a día lo ordinario, con inmenso amor, tantas veces en total silencio.  Un día de éstos un amable amigo de mi pueblo, Santa María de Dota, me pidió una foto de ellos porque los quería dibujar, éste es el resultado, me dijo que ellos siempre han sido muy amables con él.  Ellos son así y no tengo cómo agradecer a Dios el regalo de sus vidas. . . . . #padres #heroes #amordehija #losmejores #familia #family #fulllife #vidaplena #evolucion #fe #conscienciaplena #armonia #amor #plenitud #fiestadelavida #diosesbueno #alegriadevivir #gratitud #fulllife #peace #conciousness

¿Necesitó Dios de ver sangre en la Cruz para perdonarnos?

 Llámeme hereje y en semana santa si quiere, pero nunca comprendí a un dios amoroso, necesitado de ver sangre en una cruz para perdonar a su creación por pecados que él en su omnipotencia le permitió cometer.

 Pero un momentito, eso sí, soy una gran enamorada del MISTERIO de la Cruz, porque entendí que Jesús no murió en ella para hacer a Dios cambiar de opinión sobre mí, si no que para hacerme a mí cambiar de opinión sobre Dios.

 Y eso lo aprendí de contemplativos como San Agustín, los sacerdotes Richard Rohr e Ignacio Larrañaga, seres increíbles que se atrevieron a ver de frente sus dudas y más allá de ellas, a Dios.

 En todas las civilizaciones antes de Cristo existieron los sacrificios a los dioses (de humanos o animales), Jesús vino a renovar eso mostrando todo lo contrario, a Dios sacrificándose voluntariamente por su Creación.

 La Cruz es un pacto de amor eterno, punto.

 Dios nunca necesitó de una transacción de pecados o sangre para amar a la humanidad, su voluntad fue una transformación en ella hacia el misterio de su amor y existencia.

 Jesucristo murió y resucitó para mostrarnos que el mejor castillo no se construye afuera, si no adentro de nosotros mismos, y que ese es el único que nunca jamás nada ni nadie nos podrá arrebatar, ni tan siquiera la muerte.

 Conformarse con explicaciones infantiles es tan injusto como el rendirse en la fe de encontrarle un sentido a todo.

 No tengo duda de que la plenitud es fruto de atreverse a profundizar en el misterio de Dios y su infinito amor.

Con cariño enorme,
Carolina.
Foto: Carolina Ureña.
                                       

Comentarios

Entradas populares de este blog

Qué bonita te ves así

Padres gigantes

Cuando me etiquetas me niegas