A veces creo que no es casualidad que tengamos en puerta dos momentos importantes para tantos costarricenses: semana santa y las votaciones.
Para mí que Tatica Dios lo dispuso así a ver si acaso el ánimo reflexivo que debería haber en ambas ocasiones se acumula y nos ayuda.
He visto a amigos de toda la vida al borde de “devolverse los peluches” a causa de los Alvarado, en las redes sociales veo a personas que siempre han sido ecuánimes con discursos de odio, y lo respeto todo, pero no lo comparto.
Evidentemente la libertad de expresión nos permite lo anterior y más, pero, ¿cuál es el beneficio?, no se puede vivir con tanto veneno, diría Shakira.
Y si nos invadieran críticas argumentadas (que también las he visto, pero lamentablemente menos) yo sería la primera en estar feliz porque eso obligaría a los políticos a ser mejores y cumplir sus promesas.
Pero si lo que hacemos es lanzar odio y etiquetas al viento sin contenido, lo que logramos es movernos hacia el populismo.
Opine, adelante, pero sigo invitando a que lo hagamos con respeto hacia los que piensan diferente a nosotros, en realidad no cuesta tanto, por lo general con cambiar un par de palabras claves en un comentario lo podemos convertir de destructivo a asertivo.
Y si aún le desea hacer un mayor favor a la patria, analice y discuta las propuestas en déficit fiscal, infraestructura, educación, gasto público, libertad, etcétera y después tome una decisión, no al revés.
No se case con figuras ni partidos, cásese con propuestas país y posibles resultados, eso es al final lo único que nos impactará, ¡para qué desgastarse y desgastar el ambiente con lo demás!
Aprovechemos que es semana santa y en estos días propongamos la defensa de la patria y el respeto en lugar de egos y odio.
Con cariño,
Carolina.
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