Las buenas personas sufren también

Cuando alguien que amás en realidad, necesita de tu ayuda para levantarse, se siente como si la vida te estuviera haciendo un favor al permitirte estar ahí.

 Eso no quita que brindar el auxilio pueda resultar cansado, pero es un cansancio con sabor a paz, ¿y qué puede haber mejor?

 Ésta es otra razón para que lo más valioso en la vida sea sembrar amor del bueno, entre varios que lo compartan, se encontrará solución para lo que sea, incluso en el fin del mundo.

 Por eso es cierto que el amor es para valientes, porque el sí será siempre la respuesta favorita.

 ¿Me entendés ahora mi cielo?, estoy agradecida de poder estar acá de rodillas implorando a Dios que te dé fuerzas para levantarte, porque sé que juntos lucharemos lo que sea necesario.

 Hoy más que nunca atesoro las veces que vos me auxiliaste a mí sin pretextos, en medio de la noche, con una sonrisa en el rostro y tibieza de corazón.

 Cada vez que me necesités, me permitirás descubrir a un nivel más profundo la razón de para qué estoy aquí.

  Y así es, qué te puedo decir, las buenas personas como vos sufren también, Dios lo permite para llevarlas más allá de lo obvio y descubrirles verdades hacia una vida plena que no todos ven.

 Pero una cosa sí te digo, en ésta somos uno y a la vez mucho más que dos, de la mano de Dios descubriremos el tesoro detrás de esta dificultad, 

 Con amor eterno,
 Carolina.